VALOR MES DE ABRIL...
QUIEN VIVE...
CRISTO...
LA CONVERSIÓN
LA CUARESMA
La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
Actividades ...
MES DE MARZO
EL VALOR DEL RESPETO...
RESPETO
Vivir en sociedad nos hace reflexionar sobre el valor del respeto, pero con éste viene la diferencia de ideas y la tolerancia. En pocas palabras ¿Qué hay que saber sobre el Respeto, la Pluralidad y la Tolerancia?
Respeto, Pluralismo y Tolerancia
Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las posibilidades de los demás. El respeto es la base de toda convivencia en sociedad. Las leyes y reglamentos establecen las reglas básicas de lo que debemos respetar.
Sin embargo, el respeto no es solo hacia las leyes o la actuación de las personas. También tiene que ver con la autoridad como sucede con los hijos y sus padres o los alumnos con sus maestros. El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia o valor como personas.
El respeto también tiene que ver con las creencias religiosas. Ya sea porque en nuestro hogar tuvimos una determinada formación, o porque a lo largo de la vida nos hemos ido formando una convicción, todos tenemos una posición respecto de la religión y de la espiritualidad. Es tan íntima la convicción religiosa, que es una de las fuentes de problemas más comunes en la historia de la humanidad.
HISTORIA SOBRE EL VALOR DEL RESPETO
Eran estos dos amigos: Torombolo y
Tarambana.
Dos amigos distraídos que sólo
querían jugar.
Salían a la calle, Torombolo y
Tarambana
a saltar sobre las cercas, a romper
todas las ramas, a ulular como ambulancias,
sin oír consejos, sin mayor
prudencia.
¿Qué sucede Torombolo y Tarambana?
¿Por qué tanto descuido, tanto ruido,
tanta alarma?
¿Es que no entienden, inquietos
niños, que queremos vivir en calma?
Pero no escuchaban, Torombolo y
Tarambana,
hasta que un lugar abandonado
exploraron.
Se internaron muy curiosos, sin
pensarlo, en una zanja.
Y cayeron resbalando hasta el fondo
de esa trampa.
Los amigos asustados muy fuerte
gritaron
esperando un caminante que avisara a
la autoridad.
Pero era un lugar solitario y
esperaron...
y esperaron y esperaron... y
esperaron mucho más.
Hasta que después de mucho tiempo un
ciclista los halló
resfriados, muy hambrientos y a los
bomberos avisó.
Torombolo y Tarambana sanaron rodilla
y ceja,
satisfechos y agradecidos aprendieron
la moraleja.
Importante es
respetar y atender a los demás,
pues cuando eso
mismo esperes su ayuda apreciarás.
DON DE PIEDAD Es aquella predisposición que nos hace sinceros ante Dios. Nos invita a fiarnos totalmente de El y a ponernos en sus mano, Fortalece nuestra confianza en Dios y siembra en nosotros una certeza: Dios nunca falla.
No es una ruptura entre Dios y el hombre. La piedad
hacia Dios exige la piedad con lo que nos rodea.
Pone nuestra existencia en manos de Dios. Su
presencia, con este don, es cercana, amigable, necesaria.
San Francisco Javier, San Pablo, San Francisco de
Asís bebían tanto de este don que, a continuación, se sentían llamados a dar a
conocer el nombre y el amor de Dios en Jesús.
Este “don” nos conduce a la oración, a la
meditación de la Palabra de Dios, a disfrutar a solas con Jesús.El adversario
de este don es la dureza de corazón.
El Montañero
Cuentan que
un alpinista, apasionado por conquistar una altísima montaña, inició su
travesía después de años de preparación, pero quería toda la gloria solo para
él, y por eso quiso subir sin ningún compañero.
Empezó la ascensión, y se le fue haciendo tarde, y
más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y
oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se
podía ver casi nada. Todo era negro, y las nubes no dejaban ver la luna y las
estrellas. Cuando estaba a solo unos pocos metros de la cima, resbaló y se
deslizó a una velocidad vertiginosa. El alpinista solo podía ver veloces
manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.
Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente
todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida. Pensaba en la cercanía
de la muerte, y rogó a Dios que le salvara. De repente, sintió un fuerte tirón
de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la
roca de la montaña. En ese momento de quietud, suspendido en el aire, gritó :
"¡¡¡Ayúdame, Dios mío!!!"De pronto, una voz grave y profunda de los
cielos le contestó: "¿Y qué quieres que haga?" El montañero contestó:
"Sálvame, Dios mío". Y escuchó una nueva pregunta: "¿Realmente
crees que yo te puedo salvar de ésta?" Y el hombre contestó: "Por
supuesto, Señor". Y oyó de nuevo a la voz que le decía: "Pues
entonces corta la cuerda que te sostiene...". Hubo un momento de silencio.
El hombre se aferró más aún a la cuerda. Cuenta el equipo de rescate, que al
día siguiente encontraron a un alpinista muerto, suspendido de un cuerda, con
las manos fuertemente agarradas a ella... y a tan sólo un metro del suelo...
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¿Qué es cultura ciudadana?